Para poder convertir una crisis en una oportunidad debemos cambiar la forma de ver las cosas, para lograr esto es necesario dejar de sentir que el mundo sólo desea perjudicarnos, y pasar a sentir que todo lo que nos sucede por difícil que parezca es una oportunidad para cambiar, para desarrollarnos y de esta forma estar más cerca de alcanzar lo que deseamos.
Cuando cambias la forma de ver las cosas las cosas que suceden, en lugar de ver cada reto que te presenta en la vida como algo negativo, míralo como algo que puede enriquecer y darte un mayor valor. En lugar de pensar “todo lo malo me pasa a mi”, debes ver, “lo que me ocurre, es lo que necesito avanzar, cambiar y alcanzar el éxito en mi vida”.
Está demostrado, que si soy capaz de cambiar los paradigmas, “la vida está llena de problemas”, “cuando mejor están las cosas, no faltan los problemas”, “una desgracia jamás viene sola”, por la certeza que el universo te va a brindar todo lo que necesitas para alcanzar lo que deseas, indudablemente te formarás una mentalidad de triunfador, ese es exactamente lo que hacen quienes logran el éxito en la vida, ellos son capaces de interpretar cada nueva experiencia como una oportunidad, cada vez que entablan una conversación están convencidos que sacarán algo bueno de ella, cada vez que emprenden una búsqueda, están seguros qué encontrarán y están seguros que cada vez que algo los golpee, algo nuevo están por aprender.
La palabra crisis en japonés (危機=kiki) está compuesta por los caracteres 危=»peligro» y 機=»oportunidad». Los japoneses siempre intentan buscar formas de encontrar algún beneficio ante situaciones dificultosas. Ellos tienen claro que si la ven las cosas como un peligro atraerán más crisis. Y si ven las cosas como una oportunidad atraerán consecuencias positivas.